lunes, 31 de agosto de 2015

PISA: ese negocio que no sirve para mejorar el sistema educativo


 Enrique Javier Díez Gutiérrez ha escrito en el diario La Tribuna (23/06/2015) un interesante artículo  muy crítico con la utilización política del informe PISA. A continuación, os dejo un fragmento:

 Julio Carabaña, uno de los sociólogos de la educación más reputado, ha publicado recientemente la investigación “La inutilidad de PISA para las escuelas”, donde demuestra sólidamente que este programa de evaluación internacional carece de valor para ayudar a mejorar la enseñanza en las aulas y el funcionamiento de las escuelas.

“PISA carece completamente de valor como guía para mejorar la enseñanza a nivel de escuelas y de países, y por tanto de utilidad para los docentes y para los políticos”. Así de contundente se muestra Carabaña, ante la constatación de que las pruebas de este examen miden capacidades muy generales. Capacidades que dependen de la experiencia acumulada en toda la vida del alumnado, desde su nacimiento. Por lo que, como incluso reconoce PISA en sus propias textos “si un país puntúa más que otro no se puede inferir que sus escuelas sean más efectivas, pues el aprendizaje comienza antes de la escuela y tiene lugar en una diversidad de contextos institucionales y extraescolares”.

 De ahí la inadmisible pretensión de la OCDE que busca utilizar PISA para “llevar las políticas educativas en una dirección determinada”. No sólo porque las capacidades que mide PISA dependen poco o nada de las escuelas, sino porque ni siquiera dependen de los cambios pedagógicos y políticos que PISA propone. “Este fallo fatal inutiliza completamente a PISA para su objetivo principal, ayudar a la mejora de las escuelas y los sistemas educativos”, afirma este especialista. “No se trata de un fallo secundario o accidental, sino de un fallo esencia, fatal, que convierte PISA primero en un fracaso y, con el tiempo, en un fraude”.

Entonces por qué se sigue utilizando y dando publicidad. El éxito mediático y político de PISA se debe a que los resultados se publican en forma de ranking o clasificación mundial y un sector de políticos los utilizan para justificar sus reformas y atacar las de sus contrarios.(...)

Manifiesto en defensa de la educación artística.

 Manifiesto elaborado por la Asociación de Profesores de Dibujo en defensa de la educación artística, que elimina prácticamente la LOMCE.
Firma y ayúdanos a difundir.
Gracias
http://apd-asociaciondeprofesoresdedibujo.blogspot.com.es/2015/08/manifiesto-por-la-educacion-artistica.html

La educación global: Las escuelas de Luisiana

Tras el huracán Katrina, el gobierno Bush impulsó una reconversión de los centros públicos de enseñanza hacia la enseñanza subvencionada, y se ha convertido en un laboratorio de la nueva política neoliberal en EEUU. En este artículo, "Hacerse con sus fondos, aterrorizar a los profesores y enviar a los niños a otra parte. Como destruir el sistema educativo", la profesora Elizabeth Walters describe el estado actual de la educación en este estado norteamericano.

Por la defensa de la autonomía de los campos profesionales

En diciembre de 2008, surgió en Francia un grupo organizado, El llamado de los llamados ( L’Appel des Appels), que convocó a resistir esta ofensiva contra la autonomía de los trabajos y oficios, públicos o privados, a través de técnicas de "evaluación" que, antes que valorar o ayudar a mejorar, parecen diseñadas para controlar y disciplinar. Esta autonomía en los distintos campos profesionales permite, sin contradicción con su carácter de servicio público o su conexión con las necesidades colectivas democráticamente debatidas, evitar el discurso único o el predominio del campo político o económico sobre el resto de esferas sociales.
Así se definió este movimiento:
Nosotros, profesionales de la salud, del trabajo social, de la educación, de la justicia, de la información y de la cultura, llamamos la atención de los poderes públicos y de la opinión sobre las desastrosas consecuencias sociales de las reformas implantadas apresuradamente en estos últimos tiempos […]
El poder deshace y recompone nuestros oficios y nuestras misiones exponiendo cada vez más a los profesionales y a los usuarios a las leyes naturales del mercado. Esta ideología se ha revelado catastrófica incluso en el mismo ambiente de negocios de donde provino.
Sobre esa base, El llamado de los llamados lanzó entonces un nuevo documento con el título de Manifiesto-Política de los oficios, que ha circulado con amplitud en Francia y en otros países.*
Una nueva barbarie está ya entre nosotros, dentro de los muros de la ciudad. Por nueva barbarie entendemos la de los expertos, de los evaluadores, de los mánagers que implantan dispositivos de disciplina y de sujeción de todos los asalariados en la empresa privada y en el empleo público, en todos los oficios, aplicando sin distingos los mismos esquemas simplistas de control de todas las actividades, sociales o no, según y conforme las lógicas comercial y financiera.
La evaluación es una consigna; o mejor, es un grito de guerra, el grito de la sumisión de todos cuantos todavía no estaban suficientemente sometidos. La crisis financiera, lejos de detener la dinámica de los dispositivos de control de las existencias, la acelera. En nombre de los sacrificios que es preciso aceptar, la disciplinarización del trabajo se acentúa y acelera. […]
Los evaluadores, ante todo en el terreno de las altas finanzas, no tienen que rendir cuentas a nadie, sino que son ellos quienes las exigen a los demás. En este sentido la evaluación es una relación de poder: los evaluados son los gobernados, jamás los verdaderos gobernantes. […]

Someter a los profesionales a la única ley de la rentabilidad medida en cifras, incluso si para ello es preciso inventar sustitutos de ganancias en aquellos campos donde la noción de ganancia no tiene sentido alguno (salud, educación, justicia, policía…), es tratar de construir una sociedad homogénea, que funcione en todas sus partes según una lógica única, la lógica de la cosificación generalizada. Es el trayecto más corto para hacer dinero, para convertir todo en dinero, para trasformar en dinero cada cosa. Es querer trasformar a los seres humanos en cosas mensuradas, cuantificadas, clasificadas, estandarizadas. Es convertir a la lógica del mercado en el único modo de pensar posible, la única manera en la cual pueden presentarse los seres humanos y sus actividades pueden aparecer y ser admitidas en el mundo. […]
Evaluar sin saber, haciendo funcionar procedimientos automáticos, es el ideal: un formalismo generalizado, automatizado, anónimo, ciego e ininterrumpido. La nueva administración funciona como una máquina social que impone al trabajo vivo someterse a sus imperativos, a sus ritmos, a su presión, con un nuevo agregado: esta maquinaria no se refiere solamente a la sumisión de los músculos y los nervios, el adiestramiento de los cuerpos por procesos mecánicos como en los tiempos de la taylorización, sino que ahora exige la sumisión de las almas a través de procesos de culpabilización. Someterse a la evaluación es someterse completamente, cuerpo y alma. Esto es lo esencial. […]

Para que todo esto funcione, agrega el documento, es preciso que los sujetos acepten someterse a un sistema de evaluación que sea al mismo tiempo un sistema de comparación. Deben aceptar entrar en la comparación, en la separación entre excelentes y no-excelentes y, entonces, en el relegamiento o la eliminación de aquellos de los cuales hay que deshacerse.
“La evaluación –concluye– es un medio de descarte de los que se desvían de la norma, de los inconformes, enviados directamente ante el responsable de recursos humanos. La evaluación sirve para deshacerse socialmente de aquellos que, supuestamente, no cumplen con la norma, según un método que es preciso llamar eugenesia económica al servicio de la lógica del mercado.”