sábado, 17 de febrero de 2018

Sobre los clásicos, la escuela y el arte de vivir.

Hemos extraído algunos fragmentos, sobre la gestión empresarial y burocrática de la escuela italiana (y europea), del interesante libro del profesor italiano Nuccio Ordine "Clásicos para la vida", Acantilado, 2017 (disponible en nuestra biblioteca):

Contra la centralidad desproporcionada de la didáctica y el descuido de las disciplinas.
"Un conocimiento de mera antología no basta; como tampoco basta el estudio de  la didáctica, que, en las últimas décadas, ha asumido una centralidad desproporcionada: dicho sea con el permiso de las pedagogías hegemónicas, el conocimiento de la disciplina es lo primero y constituye la condición esencial. Si no se domina esa literatura específica, ningún manual que enseñe a enseñar ayudará a preparar una buena clase". (p. 17)

"La buena escuela no la hacen las "tablets" ni los programas digitales, ni los directores con ínfulas de manager, sino los buenos profesores". (Y los buenos alumnos añadiríamos nosotros)
"Hoy continúa prevaleciendo la idea de que las tecnologías digitales hacen de la escuela una "escuela moderna". (...) En un momento histórico de progresivo recorte de recursos para la escuela y la universidad, destinar sumas importantes a la "escuela digital" -y a las continuas actualizaciones y renovaciones de los instrumentos tecnológicos requeridas para seguir el ritmo de las rapidísimas innovaciones del mercado (que vuelven en poco tiempo obsoleta, y a menudo inutilizable, gran parte de los materiales adquiridos)- significa automáticamente dejar caer en el vacío otros posibles caminos". (p. 24)

Sobre la gestión empresarial de las escuelas de hoy.
"Bajo la promesa de una inmediata inserción en el mundo laboral, el diseño de los currículos escolares puede verse fuertemente condicionado por los aspectos "profesionalizadores" de la formación. (...) La rapidez de las mutaciones que hoy afectan al complejo mecanismo de los intercambios económicos es tanta que no es posible adaptar con la misma celeridad los currículos escolares. La formación requiere plazos largos. Orientarla exclusivamente pir las presuntas ofertas del mundo laboral es perder de antemano la partida". (p. 17)
"El acto mismo de la enseñanza puede revelarse, en efecto, como una forma de resistencia a las leyes del mercado y del beneficio... (En la educación) se da vida a un proceso virtuoso en el cual se enriquece al mismo tiempo quien recibe y quien da" (p. 37).

La burocratización creciente del trabajo del profesorado.
"La fiebre empresarial ha burocratizado el trabajo de los profesores. La insensata multiplicación de reuniones e informes -para ilustrar al detalle programaciones, objetivos, proyectos, itinerarios, talleres...- ha acabado por absorber buena parte de las energías de los profesores, transformando la legítima exigencia organizativa en una nociva hipertrofia de controles administrativos. (...) Suministrar documentación, en efecto, parece hoy más importante que preparar una clase. Se olvida que un buen docente es ante todo un estudiante infatigable". (p. 34)

Sobre los sistemas de evaluación de las escuelas.
" Si en una escuela del Véneto un profesor es capaz de hacer entender a sus alumnos que ofender a un inmigrante o a un ministro de la República por el color de su piel es una gravísima manifestación de racismo e ignorancia, si un profesor de una escuela de Calabria o de Sicilia es capaz de hacer entender a us alumnos que no puede considerarse un "hombre de honor" al mafioso que trafica con cocaína o que extorsiona a los comerciantes, si un profesor de una escuela de Emilia Romaña  o de Lombardía es capaz de hacer entender a sus alumnos que un ejecutivo que rapiña los presupuestos de su empresa para hinchar ilícitamente sus cuentas ocultas en paraísos fiscales es un peligroso delincuente porque pone en peligro el futuro de miles de familias; si un profesor de una escuela del Lazio es capaz de hacer entender a sus alumnos que profanar un cementerio judío con consignas que exaltan a Hitler es una acción indigna de un ser humano..., pues bien, estos notables resultados no tienen cabida en los cuestionarios del Invalsi (Istituto Nazionale per la Valutazione del Sistema dell'Istruzione) para "medir" el trabajo desarrollado en las escuelas". (pp. 35-36).


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