En el Diario de Sevilla apareció publicado, a comienzos de este nuevo curso escolar (26/9/2018), un artículo de J. M. Pérez Jiménez y Pedro E. García Ballesteros dedicado a los nuevos docentes. Aunque no nos gusta mucho el título del artículo, Cuidadores de almas, sí hay interesantes reflexiones sobre la labor docente. Os dejamos algunos fragmentos:
La cultura tradicional de los centros educativos conduce al aislamiento. Sin embargo, en pleno siglo XXI, ejercer una profesión como la vuestra, inevitablemente colectiva, de manera individualista, conducirá a la merma de facultades, al desinterés e, incluso, al agotamiento. Es fundamental tener claro desde el principio, el gen colectivo del ejercicio docente. Lo que hagáis influirá en los demás y viceversa. Por ello, es imprescindible la observación de otras aulas, la apertura de miras, dialogar sobre lo que se hace sin miedo a confesar el error.(...) Sois funcionarios públicos, no burócratas ciegos obligados al doble lenguaje de los "papeles", por lo que os debe guiar el servicio independiente a la sociedad; sois profesionales de la cultura y el conocimiento, por lo que debéis adoptar una actitud crítica ante el currículo y los medios para desarrollarlo, sin abrasaros en los fuegos artificiales de las modas; no confundáis el formalismo pedagógico con la auténtica pedagogía, la de Juan de Mairena, en la que la palabra y el lenguaje son llaves para el conocimiento.(...) Leed mucho y despacio sobre todos los temas. No os convirtáis en ermitaños en vuestra aula, visitad otras. Hablad con vuestros colegas sobre lo que hacen y sobre lo que hacéis. Cuidad el clima de relaciones humanas en vuestros centros. Luchad juntos contra la desconfianza o el optimismo ciego, a pesar de los "cantos de sirena", de los que más deberían estimar vuestra labor. Tened presencia pública digna. Y mantened la creencia firme en las posibilidades de vuestro alumnado.
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