"Sé optimista y tendrás curro" es uno de los capítulos del libro de Guillermo Rendueles "Las falsas promesas psiquiátricas" (La linterna sorda, 2017). En este capítulo, Rendueles cuestiona la sinceridad y el nivel de autoengaño de los exhortos al diálogo y la democracia empresariales que recoge el Pacto Europeo por la Salud Mental y el Bienestar (elaborado por un grupo de la Comisión Europea desde 2008). La invención de esta ideología europea de la "democracia empresarial", complemento de la del "pensamiento positivo" estadounidense, intentan ocultar la relación real de explotación y dominio que ha presidido la lógica empresarial y capitalista durante la crisis.
Frente a las respuestas o resistencias colectivas frente a la crisis, estas ideologías empresariales inculcan "el trabajar en uno mismo, dotarse de nuevas competencias técnicas (máster) y, sobre todo, mucha motivación y espíritu emprendedor para, como los viejos buscadores de oro, encontrar yacimientos de empleo, evitando "pensadores" o llorones. En esta ideología, "los ricos parecen tales por su arrojo y tesón frente al riesgo", los empresarios de éxito pasan a ser el modelo del "emprendedor", y a los trabajadores despedidos se les ofrecen charlas, terapias o servicios de "coaching" en lugar de seguros de paro.
"Afirma Castell que el capitalismo nació en la soledad impotente de un trabajador que debía ofrecerse como un individuo aislado que vendía su fuerza de trabajo a las puertas de las fábricas. Las luchas obreras lograron un "Nosotros" formado por "obreros conscientes" que lograron salarios colectivos y seguros sociales frente a las incertidumbres del paro o la desgracia. Vínculos que dieron seguridades que convirtieron aquel individuo en un anacronismo. La crisis destruye esa condición salarial que los vuelve a transformar en individuos que venden sus habilidades técnicas en solitario a unas corporaciones multinacionales, y que da al precariado una condición nómada" (p. 183).
Un ejemplo de esa ideología del "pensamiento positivo" (que también inunda nuestras escuelas) es el psicólogo estadounidense Martin Seligman que -como señala Rendueles- con una teoría bastante inconsistente, pero articulada con un idealismo pragmático, pretende facilitar técnicas para sobrevivir en la jungla social. Podemos comprobarlo en el siguiente artículo de Alice Park ("Cómo medirlo", El País, 8 oct. 1995) en el que transcribe un cuestionario elaborado por Martin Seligman para, supuestamente, medir el optimismo (uno de los aspectos al parecer cuantificables de la inteligencia emocional, por estar relacionado con la autoestima).
Según Martin Seligman -recuerda Alice Park- "el
modo en que la gente responde ante los contratiempos -de forma optimista
o pesimista- es un indicativo bastante exacto de en qué medida tendrán
éxito en el colegio, en los deportes y en algunas clases de trabajo". Desde otra perspectiva, los resultados de ese cuestionario podrían verse como la capacidad de adaptación frente a la capacidad crítica y de resistencia.
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