"Siempre recuerdo con íntimo y casi disolvente placer las mañanas de la escuela en las que mis profesores, en vez de darnos clase, se dejaban arrebatar por no sé qué especie de pereza y de libertad y nos hablaban de otras cosas (...). Una de tales mañanas en que los profesores no tienen ganas de dar clase y hablan de otra cosa".
P.P. Pasolini, Cartas luteranas, Minima Trotta,
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