domingo, 10 de junio de 2018

La excelencia en la educación

Hace unos días, en la presentación de la nueva Ministra de Educación llamó la atención que sus objetivos en el Ministerio no fueran nada nuevos: "Una educación para la excelencia que sirva para mejorar la marca España". Este neolenguaje de los gestores educativos, más cercano al marketing y la publicidad, ha ido invisibilizando, desplazando otros enfoques comprensivos e integradores en la escuela. A ver quién se atreve a cuestionar la Escuela 4.0, el objetivo de la calidad educativa, o mejor todavía (pongámonos estupendos), de la excelencia. ¡Y, además, lo conseguiremos con un presupuesto para educación cada vez más bajo! Sólo con proclamas ministeriales y reformas educativas.
¿Queremos una escuela mediocre? No. El problema es que la excelencia, por definición, es sólo para unos pocos. Según el DRAE, "excelencia" es algo de superior calidad o bondad que se hace digno de singular aprecio y estimación. Muchos agradeceríamos en principio una educación sin recortes, con un presupuesto estable y digno, con alcanzar en un plazo breve "una buena educación", plural e integradora, para todos. Ya discutiremos luego sobre los "niveles de calidad".
Una alumna me comentaba hace poco: "Ustedes los profesores a veces no se dan cuenta de lo que nos cuesta sacar un 4". Sería bueno valorarlo también, especialmente al que parte de situaciones de desventaja social y educativa. 
Pero la excelencia no alcanzaba sólo al alumnado. También al profesorado. Ya en 2011, la Junta de Andalucía propuso determinar la creación de cuatro grupos de profesores: competente —el grado más bajo—, avanzado, experto y excelente —el más alto—. La inclusión en una de las cuatro categorías vendría determinada por una evaluación basada en un decálogo de 13 criterios que incluyen desde competencias de liderazgo a trabajo en equipo o gestión de recursos, entre otros.
Hace unos años, el pedagogo José Gimeno Sacristán, escribió en el diario El País, el artículo La excelencia en educación: algo más que una ocurrencia" (29 abril 2011). Os dejo aquí un fragmento:

    Las escuelas, los institutos, las universidades o el profesorado excelentes no se crean por regulaciones legales o administrativas, sino por el afianzamiento de políticas que apoyen el buen hacer y no toleren lo que lo entorpezca. El alumno excelente es, sencillamente, el buen alumno. La entrada en escena del tema de la agrupación segregada de estudiantes excelentes es otra de las ocurrencias a las que estamos acostumbrados, que no tendría más importancia si no afectase a una de las columnas del sistema: la de la comprensividad planteada ahora con más sutileza.
    Querían quitarse de en medio a los peores, a los pendencieros, a los que no saben apreciar las esencias de una educación costosa que no aprovechan, añadiendo el convincente argumento de que los débiles académicamente entorpecen y frenan la fecunda enseñanza de una parte del colectivo profesoral, que ve cómo su promisoria semilla esparcida para todos no germina en un porcentaje significativo del alumnado, tierra infértil del sistema.
    (...) Un sistema que parece ser incapaz, por lo visto, de responder a las deficiencias y lograr que nadie quede atrás es poco probable que sepa manejar la excepcionalidad por arriba.
Un ranking de los que tanto gustan a los medidores de la excelencia.

miércoles, 6 de junio de 2018

Cine y Educación: Miss Kiet's Children

Miss Kiet's Children (2016) es una película en la que se sigue la evolución de una clase de menores inmigrantes que acaban de llegar a Holanda, muchos procedentes de Siria. No todos los alumnos aprenden al mismo ritmo, algunos sufren secuelas traumáticas por las experiencias vividas en la guerra (vemos, por ejemplo, un caso de depresión infantil), pero miss Kiet consigue enseñarles con firmeza (sin severidad) y cariño (sin empalagos). Fuente: La Marea (junio 2018).

martes, 5 de junio de 2018

La ONU denuncia que España "excluye" y "segrega" a los alumnos con discapacidad en el sistema educativo

El Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas afirma que España "segrega" y "excluye" a los alumnos con discapacidad, principalmente intelectual, en el sistema educativo general y advierte de las "graves violaciones sistemáticas" del derecho a la educación de este colectivo.
Para este organismo, el Estado español vulnera el artículo 24 de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad sobre el derecho a la educación al mantener estructuras y dispositivos "discriminatorios y segregadores", incompatibles con el tratado internacional, firmado y ratificado por España hace más de una década.
Conforme a la jurisprudencia, el Comité recuerda que un sistema inclusivo basado en el derecho a la no discriminación e igualdad de oportunidades, requiere la abolición del sistema separado de educación para estudiantes con discapacidad en centros especiales y plantea que los recursos que se destinan a estos se transfieran al sistema ordinario para posibilitar a los alumnos con dificultades de aprendizaje los apoyos necesarios.
Más información: http://www.publico.es/sociedad/onu-denuncia-espana-excluye-rio
segrega-alumnos-discapacidad-sistema-educativo.html

domingo, 3 de junio de 2018

Enfermedades derivadas de la organización del trabajo.

Viviane Gonik, en su artículo "Sufrimiento en el trabajo y nuevas formas de organización" (Viento Sur, 146, junio 2016), señalaba algunos de los dispositivos que generan un panorama laboral cada vez más fragmentado, y donde las nuevas disciplinas de organización del trabajo producen sufrimiento y enfermedad entre los trabajadores y trabajadoras. Estos son algunos de los dispositivos que menciona:
-Evaluaciones individualizadas basadas en criterios cuantitativos y características individuales, y que dependen cada vez más de la subjetividad de quienes realizan la evaluación.
- Sistemas de renumeración en función de méritos.
- Trabajo en torno a objetivos, sin dotar de medios ni tiempo para alcanzarlos.
- Aislamiento e intensificación del trabajo, suprimiendo cualquier espacio para desarrollar contactos sociales y de cooperación.
- Una concepción de la seguridad en el empleo que carga sobre la gente la responsabilidad del éxito, del fracaso e incluso de la salud.
- Una contabilidad analítica que permite evaluar lo que aporta y cuesta cada servicio y, eventualmente, cada individuo.

Algunos de estos dispositivos los podemos ver también en el trabajo docente. La noción de "calidad", por ejemplo, ha penetrado en la pedagogía como un indicador impreciso, abstracto, desconectado del trabajo. Se imponen normas, prescripciones, plazos de ejecución difíciles de conciliar con esos estándares de calidad. La urgencia, los plazos muy cortos hacen sentir al docente que no hace bien su trabajo, pues debe hacerlo deprisa y corriendo. 
Sentimos un ambiente de desconfianza generalizada en los responsables educativos, incluso entre los compañeros, lo que impide el trabajo y la acción colectiva. Algo que se agrava con la dispersión de funciones o responsabilidades, horarios, tiempo de trabajo... El malestar se vive de forma muy personal, lo que conduce al miedo en soledad o al cinismo generalizado.
Por eso es muy importante reivindicar esa capacidad colectiva, la capacidad de actuar sobre el trabajo como una cuestión política urgente.