viernes, 28 de marzo de 2014

Movimiento por una Escuela Pública, Laica y Gratuita. Documento.

Este documento es el resultado del trabajo realizado en la Jornada de debate sobre Escuela Pública, titulada “¡Otra educación es posible!”, que organizó el Movimiento de Escuela Pública, Laica y Gratuita (MEPLyG), celebrada el día 25 de enero de 2014. Familias, alumnado, profesorado, organizaciones y colectivos, protagonizaron un debate con la finalidad  no  solo  de denunciar , sino de avanzar y reflexionar  para posicionarse ante la ley, definiendo  lo que  tiene que ser la escuela  pública  y ofreciendo  formas de intervenir frente a  las políticas educativas actuales.
Las  conclusiones  que se  redactan en las páginas siguientes, pretenden trasladar el debate a la sociedad, porque la  educación es una cuestión  y  una preocupación  social. Es necesario  divulgar los  cambios  que se están produciendo en educación, los efectos que tienen a corto y largo plazo y  posicionarse ante ellos.
No pretende ser un documento  finalizado; seguramente a medida que se ponga en marcha la nueva ley, habría que irlo completando y enriqueciendo con las aportaciones de las personas y colectivos implicados y preocupados por la deriva que está teniendo la educació.

Aquí os dejo con un fragmento:

1.3.2.  Qué se notará el próximo curso ( 1º 3 º 5º PRIMARIA)
1. En cuanto a contenidos
  ¿Qué efecto tendrá la diferenciación Conocimiento del Medio en dos materias?.
  ¿Cómo influirá la organización asignaturas por cursos y no por ciclos?.
  Religión obligatoria y su alternativa también obligatoria y con contenido.
  ¿Qué significará la posibilidad de que no haya Música ni  Plástica?.
  ¿Cómo influirá el que haya más profesorado en cada curso?.
Lo que está sucediendo:
  Ruptura de trabajo de Infantil.
  Número excesivo de profes, por ejemplo ¿Y asignaturas separadas?.
2. Agrupamientos
  ¿Cómo influirá en los agrupamientos el organizarse por años y no ciclos?.
  ¿Cómo influirá la FP básica?.
  ¿Cómo se piensa en organizar el apoyo?: ¿sacando del aula, dentro del aula?...
  ¿Cómo será el tipo de trabajo Individual al cien por cien?.
  ¿Cómo influirá la introducción de centros, por ejemplo , bilingües? (¿Habrá más que
ahora?).
3. Forma de promoción
  ¿Cómo influirá la prueba de diagnóstico?  (en la preparación y posteriormente).
  ¿En qué afectará el paso a FP Básica? (¿va a condicionar también el camino que
se trace al alumnado este curso?.
  ¿Cómo influye la sustitución  de la idea de ciclo por la de curso?.
  ¿Habrá trasvase de información más allá de las pruebas? ¿incluso para lo que se
haga en 4º o en las repeticiones?.
  ¿Qué coordinación se establecerá entre el profesorado de cada curso puesto   que
ya no hay ciclos?.
4. Centro educativo como espacio social
  ¿Cómo influirá la supresión de competencias en Consejo escolar?.
  ¿Qué va a significar una Dirección puesta por la administración?.
  ¿Posibilidad especialización?
  Financiación según resultados de pruebas.
  ¿Contratar?.
  No hay: entorno, comunidad, convivencia. 

sábado, 22 de marzo de 2014

La educación que nos une.

Aprobada la LOMCE, la Plataforma Stop Ley Wert abre una nueva etapa de denuncia, resistencia y construcción de alternativas.
Ni la aprobación de la ley ni la eventual marcha del Ministro Wert darán carpetazo a las movilizaciones y a las protestas.
Los colectivos integrantes de la Plataforma Stop Ley Wert (Yo Estudié en la Pública, Juventud Sin Futuro, MRPs, Ecologistas en Acción, ATTAC, Red IRES, Rosa Sensat, Foro Mundial de Educación, etc.) inician una nueva fase bajo el nombre www.laeducacionquenosune.org con la que pretenden mantener viva la mecha de la denuncia, canalizar propuestas de objeción de conciencia y resistencia a la ley, así como la construcción de alternativas en favor de una escuela pública de calidad.

¡Disparen contra los docentes!

La compañera Mari Trini nos ha enviado un artículo interesante del pedagogo argentino Pablo Gentile, ¡Disparen contra los docentes!, que nos muestra cómo la educación es uno de los blancos señalados como responsables de la actual crisis económica, por su supuesto atraso e ineficiencia (algo que también afecta a otros servicios públicos esenciales, lo que justificaría su privatización). Con ello se pretende desviar así la atención de otras reformas o "revoluciones pendientes" (políticas, sociales, económicas), a la vez que se intenta adecuar el aprendizaje y la formación ciudadana al nuevo orden económico que están diseñando las elites dominantes.  Éstas establecen rankings, pruebas, sellos de calidad, orientados a lo que un reducido grupo de elites dirigentes han marcado, de forma antidemocrática, como "desafíos del futuro" para nuestras sociedades; pero ocultan y desprecian el esfuerzo y los avances que, durante todas estas décadas, han aportado los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza. Así que organicémonos, porque seguirán silbando balas sobre nuestras cabezas.
Os dejamos, a continuación, con algunos fragmentos. Podéis leer el artículo completo pinchando sobre el título del artículo.
Está claro: la crisis del mundo se reproduce y amplifica por la crisis de la educación. Eso es lo que suponemos. Así las cosas, mientras no se encuentra el remedio, al menos, se pueden encontrar los culpables. En el Norte y en el Sur, la respuesta es siempre la misma: la educación funciona mal porque los docentes están mal preparados, carecen de las competencias necesarias para hacer de los niños y niñas sujetos emprendedores y competitivos, ciudadanos activos y responsables, consumidores criteriosos (u obsecuentes); porque los docentes son poco adeptos al esfuerzo, corporativos en sus prácticas organizativas y profundamente perezosos (...).
Los docentes suelen ser presentados como una versión moderna de Rip Van Winkle, el personaje del relato de Washington Irving publicado en 1819. Un hombre que tratando de huir de su insoportable esposa se queda dormido bajo un árbol durante veinte años y, cuando regresa a su aldea, piensa que todo continúa como estaba dos décadas atrás.
Desactualizados, desinformados, dormilones y adeptos a la vagancia, los docentes son identificados por burócratas y tecnócratas, comunicadores y comunicados, padres y madres, políticos y gestores, gente de derechas y gente de izquierdas, hombres de negocios y hombres cuyo trabajo enriquece los negocios de unos pocos hombres, dirigentes y dirigidos; por la sociedad, en suma, como los responsables de haber sembrado el vientre de todas las crisis, la crisis educativa (...).
Quienes eligen la profesión docente se enfrentan siempre a un designio esquizofrénico, un mandato perverso que la sociedad les atribuye de forma contradictoria. A ellos se les encomienda la difícil tarea de salvar la nación, de revertir las herencias del atraso. Al mismo tiempo, por no ejercer ese papel, se los desvaloriza y humilla cotidianamente, en una especie de amnesia de génesis que borra las causas de todas las crisis, poniéndolas en la mochila de los trabajadores y trabajadoras de la educación.
Una encuesta realizada en varios países de Latinoamérica puso de relevancia que la gente valoriza enormemente el papel de los docentes para mejorar nuestras sociedades, pero la gran mayoría de las personas no desea que sus hijos se dediquen a la docencia, por tratarse de un trabajo ingrato, mal pagado y ejercido por personas sin la debida preparación (...)

En definitiva, si Ud. está leyendo esta nota es porque algún maestro o maestra, alguna vez, le enseñó a leer. Y seguramente, le enseñó muchas cosas más. Cosas que han sido vitales para constituirse como un sujeto independiente y crítico.
No me cabe duda que Ud. pensará, muy probablemente, que sus maestros o maestras eran mejores que los que hoy están en el aula; esos docentes reales, que trabajan todos los días en nuestras escuelas, formando a los niños y niñas que en algún momento ocuparán nuestros lugares. Pero no nos equivoquemos. Siempre fue así. A su hijo o a su hija, si hoy están en la escuela, les pasará lo mismo. Quizás sea fruto de una inevitable ingratitud o la trama de una desmemoriada condena al desprecio por el presente, por lo que tenemos y por lo que hemos sabido construir colectivamente. Parece que los docentes deben conformarse con un reconocimiento que se conjuga siempre en futuro imperfecto. Nuestros niños, nuestras niñas y nuestros jóvenes les dirán a sus hijos e hijas que sus maestros y maestras eran mucho mejores, más dedicados, más comprometidos, más cariñosos, mejor preparados y exigentes.
Siempre fue así.