martes, 25 de febrero de 2014

Polémicas con la actuación de la Inspección en Canarias


No hay destornillador para tanta tuerca que quieren apretar

No contentos con tenernos en jaque durante años con las evaluaciones de las competencias básicas, con todo el curso pasado con rúbricas por aquí, rúbricas por allá, ahora se aprieta otro tornillo más al profesorado: las visitas de los inspectores a los centros a fiscalizar las programaciones didácticas, las de aula, la evaluación de las CCBB, etc.


Reconociendo que una de las atribuciones de la inspección es entrar en las aulas, como se suele hacer en caso de evaluación de opositores en prácticas o cuando existen reclamaciones a la actuación de algún profesor o ante un expediente disciplinario. Lo de ahora es algo que no se había hecho desde la época de la Dictadura. Entrar en un aula con un miembro del equipo directivo, al que dejan en una situación muy comprometida con sus compañeros, y delante del alumnado, solicitar programaciones de aula, para comprobar si se ajustan a las programaciones didácticas, al currículo  y a los objetivos fijados en la PGA, cuando menos es dejar al profesorado desautorizado en su aula. Desde luego no va a contribuir a elevar la consideración social del profesorado, al que se puede recriminar públicamente. Quizás ese sea el objetivo: contribuir a denostar la función docente, “hacemos tan mal nuestro trabajo que necesitamos que nos supervisen y recriminen si hace falta delante del alumnado”.
Por otro lado, como siempre, en lugar de afrontar los problemas de la educación de manera seria, esta actuación parece querer recalcar que los problemas de la enseñanza en este país, residen en la mala práctica docente.
No van a venir a ayudar a los centros, sino a machacar más al profesorado que ya bastante tenemos con seguir trabajando en las condiciones en las que nos encontramos actualmente, con horarios más amplios, más alumnos, con menores retribuciones y con el derecho a las bajas por enfermedad muy restringidas. Al padre o madre de esta idea y del “protocolo de inspección”, parece que le preocupan más el perfeccionismo en los papeles que  cómo damos las clases, en qué condiciones se desarrolla nuestra práctica docente, qué situación socio-económica están viviendo nuestros alumnos, qué problemas de convivencia existen en los centros, cómo acabar con la “disrupción de baja intensidad” que limita el derecho a la educación de muchos alumnos, la nueva ley que va a cambiar muchas cosas en el sistema educativo perjudicando a los sectores del alumnado más desfavorecidos, etc.
Así mismo, nos han llegado denuncias de algunos centros del trato dado al profesorado o a los cargos directivos por parte de ciertos inspectores, debe ser que algunos con talante autoritario, sólo necesitaban este pistoletazo para dejar salir a ese dictador que llevan dentro. No podemos ni imaginar lo que serán capaces de hacer cuando vayan a las aulas con el “protocolo”. Afortunadamente, son una minoría.
EA-Canarias rechaza totalmente esta intervención en las aulas. La revisión de programaciones diversas y la comprobación de su coherencia se ha hecho siempre por parte de los inspectores, pero sin poner en el disparadero al profesorado.

EA-Canarias propone al profesorado que manifieste su rechazo al protocolo de intervención de la inspección en las aulas y que realice una recogida de firmas en sus  claustros.

Canarias, a 6 de febrero de 2014
Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza Asamblearios de Canarias (EA-Canarias)

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