lunes, 23 de noviembre de 2020

Elogio de la rutina. Sobre la creatividad.

 "Es lo que oigo un día sí y otro también: "Lo que hoy vale es la invención, la creación, la innovación, el valor añadido; inventar o morir, imaginar o pringar". Para fabricar lo material y tangible -añaden- ya está ahí la mano de obra barata de más de medio mundo. Hay que deslocalizar pues los astilleros o las fábricas de automóviles -¡que fabriquen ellos!- al tiempo que localizamos e incentivamos tanto la investigación científica en la universidad como la invención formal en el diseño. Hay que estimular todo aquello que rompe con nuestra pereza intelectual o inercia visual. Investigación+Invención=Desarrollo: ¡ésta es la fórmula!

El culto a la novedad y la invención, el anatema a lo repetitivo o rutinario, todo esto fue en su día monopolio del progresismo y la vanguardia. Hoy han cambiado las tornas y se ha transformado en el saber convencional de ejecutivos, publicistas, jefes de venta o políticos inspirados que hablan "con visión de futuro". Y así es como la escolástica vanguardista de la subversión ha cedido el paso a la escolástica empresarial de la creación.

¿Pero hay algo menos creativo (y más contradictorio) que predicar la creatividad? No sé si es siempre cierto aquello de que el fuego en el corazón produce humo en el cerebro, pero sí estoy seguro de que el explícito y voluntarioso elogio de la "creatividad" se hace un nudo con la sinapsis y acaba produciendo más cretinos que creadores" (...)

 Xavier Rubert de Ventós, Elogio de la rutina, El País, 28/01/2006.

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