Os dejo un fragmento del artículo de Pascual Gil, "Lo que emerge en tiempos de crisis", publicado en El diario de la educación, 23/04/2020.
(...)Parte sustancial de los discursos del nuevo paradigma y la innovación metodológica surgían, en origen, de instituciones económicas, no educativas.
Por poner algún ejemplo, tenemos la archiconocida y celebradísima propuesta de Jacques Delors del 96 en La educación encierra un tesoro, donde el político, banquero y economista (no profesor, no pedagogo), nos indica que la escuela se tiene que encargar de que los alumnos “aprendan a ser”, “aprendan a hacer”, “aprendan a vivir” y donde ya esboza la educación competencial. Es decir y resumiendo, la educación integral que buena parte de la comunidad educativa asume como la única posible en la actualidad. Menos conocida y estudiada es su obra de 1993 Crecimiento, competitividad y empleo, donde podemos identificar los verdaderos fundamentos económicos de su posterior propuesta educativa y donde establece el principal objetivo de la reforma educacional para el nuevo siglo:
«El principio fundamental de las diferentes categorías de acciones que deberán emprenderse debería ser la valorización del capital humano durante toda la vida activa”.
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